Raphael sigue siendo aquel
La fiebre por las miniseries ha llevado a que personajes y situaciones inauditas den inspiración, a veces muy libre, a este género de moda. No estoy en contra. Todo lo contrario. Entre la gran cantidad de títulos aparecen muchos `bodrios´; pero también algunos hallazgos como el estreno de anoche en Antena 3.
Es un hallazgo en primer lugar por su realización, por su calidad técnica que se asemeja a la de productos como la veterana CUÉNTAME. Poco tiene que ver con la deficiente mini serie de el príncipe maldito. Cada detalle está medido al dedillo en la ambientación de varias épocas- los 60,70 y hace tan solo unos años.
La miniserie está vertebrada en dos episodios- creo que podían simplificar las narraciones de estas cintas en un único episodio, la verdad- que pasan del duro momento de la enfermedad de Raphael a su evolución como artista mediante flasbacks continuos muy bien hilados. Tenemos oportunidad de conocer sus orígenes humildes- ojo al Raphael niño que está genial- y sus esfuerzos por conseguir `ser alguien´ en el oficio de intérprete.
¿Merecía Raphael una mini serie? En este caso, la respuesta es clara: SI. Desde luego que con una vida tan interesante- y fructífera- merecía la pena verlo en pantalla. La serie parte de anécdotas que el propio Raphael ha contado en diversas entrevistas. Su mano se `nota´ en una historia que derrocha verdad. No está edulocolorada del todo la historia. De hecho se hace hincapié en su afición por la bebida para no sentirse solo y poder dormir en la soledad de los hoteles y en su obsesión por ser el protagonista. Tal es así, que como comentaba en Espejo Público le dijo a Mario Camus que `quien era esa Dolly* que salía más que él´. Gusta ver el papel que se da a su faceta artísitca, a sus triunfos en la música. Poco tiene que ver con las series que nos regala ultimamente la cadena esa llamada Telecinco. Tiene amoríos; pero son solo una parte del pastel que nos ofrece esta serie.
Vayamos al apartado de las interpretaciones. Juan Ribó. Se ha convertido sin quererlo en los últimos meses en protagonista de la crónica basura.No por su trabajo, lamentablemente. Ahora, si es prota por méritos propios. Los que vimos ayer la serie sabemos de lo que hablamos. ¿Cómo hacer de Raphael sin caer en la caricatura?. Simplemente, interpretando al artista y no imitándole como tan acostumbrados estamos a que ocurra. Ribó está contenido y eso se agradece. Si nos fijamos en sus gestos, nos damos cuenta de que ha sabido captar al niño de Linares muy bien ( algunos gestos parecen un calco del original sin quizás proponérselo ya que, repito, no le imita). Cuando la historia torna en drama, Ribó demostra su maestría dramática. En las alucinaciones que sufre Raphael vemos mucha verdad en los ojos de Ribó. Simplemente, está impecable. Félix Gómez es Raphael de jóven. También cumple con solvencia- como suele ser habitual en este gran actor. Por destacar algunos nombres más del reparto hablar de Cecilia Castro- asombroso parecido físico sin duda. Tenía la difícil labor de encarnar a Natalia , la mujer de Raphael. Una mujer que no conocemos `de puertas para adentro´, lo que hacía más difícil su labor que solventa con un trabajo de lo más interesante. María Garralón como la secretaria del artista es otro de los aciertos del reparto.
Una última mención a la escena inicial. Realmente impresionante. Recrea una de las escenas de JECKYLL Y HYDE, el musical que hacía cuando empezó la enfermedad a hacerse presente. Así, Raphael se enfrenta a su nuevo yo - tanto en el escenario como fuera de el. Acompaña en la escena a Ribó un personaje real en la vida real de Raphael. Se trata de la actriz Marta Ribera, estos días de gira con CHICAGO, que compartió escenario con Raphael en el musical y que aquí se interpreta a ella misma en el comienzo del episodio. Esto nos da constancia de hasta que punto han sido fieles a la historia.
El pero es el que le pongo ultimamente a las miniseries- ¿eran necesarios dos capítulos?- Creo sinceramente que no. Aún así, nos encontramos ante la mejor tvmovie desde el 23F de TVE. La semana que viene , el desenlace.